El día de ayer, 17 de septiembre de 18 hs a 19,30 hs., se llevó a cabo el tercer encuentro del Ciclo de debates: Articulación – Construyendo juntos la educación que hace falta, organizado por el Programa Nexos Córdoba UNC, en labor conjunta entre el Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba y la Universidad Nacional de Córdoba.
Este Ciclo dio inicio el pasado jueves 3 de septiembre con más de 1.000 inscriptos y se desarrollará durante todos los jueves del mes de septiembre y el primer jueves de octubre del presente año, a partir de las 18 hs.
El tercer encuentro, con alrededor de 400 personas conectadas en simultáneo, se abrió con las palabras del señor Director del Colegio Nacional de Monserrat, Ing. Aldo Guerra quien remarcó que “la finalización de los estudios secundarios, conlleva la toma de decisiones que empiezan a marcar nuevos caminos en las personas. El Programa Nexos cumple un rol fundamental porque logra el acompañamiento y empatía con los estudiantes, esenciales en esos momentos de la terminalidad de los estudios”.
Con posterioridad a este mensaje, dio comienzo la disertación titulada “El aula, presencial o a distancia, un lugar para pensar”, a cargo de la Dra. Paula Pogré y de la Prof. Gabriela Asinsten.
Paula Pogré comenzó remarcando que “cuando hablamos de ingreso identificamos un trayecto educativo que comprende la finalización de los estudios secundarios y los primeros años de los estudios en la Universidad. La noción de articulación se ve modificada ante esta concepción de ingreso como trayecto que hace referencia al vínculo entre la universidad y la escuela secundaria”. Al referirse al concepto de articulación, consideró que existen “tres grandes supuestos que subyacen: la función remedial: la escuela secundaria es vista como un lugar de déficit y por lo tanto la universidad interactúa con la intención de subsanar o compensar esa carencia; la función propedéutica: a través de la cual se propone preparar a los estudiantes para el inicio de la vida académica; y la función de interacción: en el acercamiento a la escuela secundaria la universidad comprende mejor cómo reformular su propia propuesta pedagógica”.
La disertante hizo también referencia a la construcción del conocimiento; al respecto, señaló que “para pasar de un conocimiento frágil a un conocimiento generador hay tres cuestiones que hacen a la posibilidad de un conocimiento generador: retención, comprensión y uso activo. Las escuelas inteligentes se proponen estas tres metas, no como una secuencia lineal sino como círculos virtuosos”. La expositora se detuvo específicamente en el concepto de comprensión: “comprender implica pensar y actuar flexiblemente con el conocimiento” y agregó, al respecto: “cuando se aprende de múltiples maneras, porque se pone en uso de distintas maneras el conocimiento, se propicia la comprensión”.
Pogré también hizo referencia a la evaluación: “Es importante poner sobre la mesa uno de los temas que ha estado en estos días en nuestro sistema educativo que es entender que la evaluación es parte constitutiva del proceso de enseñanza e imprescindible para orientar el aprendizaje”.
Con relación al contexto actual, la expositora aseveró que “la situación de pandemia ha puesto en evidencia que para valorar la comprensión es imprescindible modificar el tipo de actividad, el tipo de desempeño que proponemos a los estudiantes. Para lo cual necesitamos tener en claro cuáles serían las posibles evidencias del aprendizaje, qué es lo que realmente nos importa que los estudiantes comprendan”. Asimismo, en referencia a la transición de la escuela secundaria a la universidad en este contexto, reflexionó sobre las preocupaciones que circulan con fuerza en estos tiempos: “¿Qué va a pasar con este último año de la escuela? ¿Cómo vamos a recibir chicos que tuvieron un último año de educación remota y en muchos casos con muchas dificultades? Parecería que volvemos a una concepción bancaria de la educación; como si ese último año fuera donde les depositamos aquellos saberes que son los que va a necesitar para la universidad y no pensamos que en realidad hay doce años de educación básica”. Y aseveró que “sigue operando la idea del aprendizaje como una pared de ladrillos, cuando sabemos que el aprendizaje es un proceso de reconstrucción, de resignificación”.
Gabriela Asinsten, por su parte, se refirió específicamente a la virtualidad como nuevo entorno de enseñanza. Al respecto, planteó que “Cuando hablamos de la educación a distancia, tenemos que pensar ¿a distancia de qué? No en todas las ofertas presenciales conocemos profundamente a nuestros estudiantes; lo que podemos hacer en los entornos virtuales depende del tipo de vínculo que generemos, de cuánto conozcamos a nuestros estudiantes”.
En referencia a la situación de los estudiantes que están culminando su educación secundaria, señaló que “uno de los mayores reclamos de los estudiantes que están terminando la escuela es la pérdida de los rituales (viaje de egresados, salidas, baile, la fiesta, la rifa, el “último primer día”); eso no lo podemos solucionar. Pero sí podemos hacer intentos, utilizando los entornos virtuales, de revinculación: podemos armar festivales, encuentros, debates, charlas… y no solo utilizarlas para dar clases magistrales”.
Siguiendo en el análisis de este nuevo entorno y de esta nueva escuela, indicó “que en otros momentos la ventana era el afuera de la escuela; hoy para muchos de nuestros estudiantes la ventana al mundo es el adentro de la escuela”. Asimismo, enfatizó la relevancia de la presencia de la institución en estos tiempos: “tenemos que definir cómo queremos que sea esa aula hoy y esas decisiones tienen que ser institucionales. No podemos decidir de manera individual cómo vamos a definir este espacio de comunicación. No estamos hablando solo del horario, estamos hablando de cómo sostenemos el vínculo pedagógico, cómo sostenemos esa comunicación con nuestros y nuestras estudiantes. Tiene que ser institucional porque de otro modo queda del lado del estudiante la reconfiguración de la institución, queda del lado del estudiante aprender con cada docente cómo y por dónde se tiene que comunicar”. Y concluyó, al respecto: “Así como las instituciones toman decisiones académicas de un montón de cosas, tienen que tomar decisiones académicas respecto a la tecnología. Una vez que se toman estas decisiones es necesario hacer pautas de trabajo con los y las estudiantes”.
Agradecemos inmensamente la generosa participación de Paula y de Gabriela en nuestro Ciclo de Encuentros.
Los invitamos a la próxima disertación “Bienestar y relaciones saludables con adolescentes en pandemia” a cargo de Leandro Dionisio, María Emilia Aichino y Marina Franchini, el próximo jueves 24 de septiembre a las 18 hs. Accedé al mismo ingresando al siguente enlace https://youtu.be/5EZhEvAzl1c
Paula Pogré es Doctora por la Universidad Autónoma de Madrid. Licenciada y Profesora en Ciencias de la Educación por la Universidad Nacional de Buenos Aires. Es Investigadora Docente de la Universidad Nacional de General Sarmiento donde ha sido Coordinadora del Área de Educación. Consultora internacional de UNESCO y evaluadora de proyectos institucionales y de carreras de posgrado y de proyectos de investigación en el marco de la CONEAU y del CONICET. Es docente de posgrado en diversas universidades de la región. Ha publicado numerosos artículos con referato, libros y capítulos en libros. Desde el año 1994, está vinculada al proyecto Zero de la Universidad de Harvard y participa de sus actividades tanto en Estados Unidos como en diversos países de América Latina y en España.
Gabriela Asinsten es Especialista en Entornos Virtuales. Actualmente se desempeña como Coordinadora del Instituto Nacional de Formación Docente. Como responsable de la Especialización Docente de Nivel Superior en Educación y TIC, participó del diseño y desarrollo de la propuesta que cuenta con más de veintidós mil egresados. Es autora de numerosas publicaciones en el campo orientadas al soporte didáctico de los entornos virtuales y coautora de los libros Hay un mouse en mi jardín y Construyendo la clase virtual, ambos editados por NOVEDUC.